A la crsisi económica sumale los problemas internos. Es que, en plena inauguración de la temporada de verano, la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, terminaron de la peor manera. 

Según contó el intendente, el faltazo se debió a que "un funcionario de la gobernación" le faltó el respeto. 

"Cuando voy a una presentación así, a una habilitación de algo o a un acto oficial, en realidad no va Arroyo, va el representante legal y político de la ciudad", dijo en declaraciones radiales a FM Brisas. Y agregó: "En ese momento me faltó el respeto un funcionario, aparentemente de la gobernación, y yo eso no lo permitoporque yo represento a Mar del Plata".

Arroyo aclaró que "no pasó nada con la gobernadora".

Aunque horas antes, Vidal se mostró bastante molesta por el hecho. "A mí nunca me importó mucho el protocolo ni el lugar que me tocaba en los actos", acusó.