Aunque suene increíble el psicólogo, escritor y operador macrista considera que si su partido gana continúa la democracia pero que si las urnas le dan la espalda constituye el fin de ese sistema.

Claramente el pensamiento no tiene sustento alguno ya que, aunque el oficialismo consiguiera las bancas necesarias para ser mayoría estaría cumpliendo con las reglas de la democracia que es poner a los representantes del pueblo en el Congreso.

Nada dicen los macristas de la mayoría que tienen en la Ciudad desde hace años ya que en ese caso si les parece muy democrático aunque no traten los proyectos de la oposición por no darles casi nunca dictamen de comisión para que puedan ser tratados en el recinto.

Lo peor del caso, no es Andahazi de quien todos saben de dónde viene y adónde va, lo más grave es Laura Di Marco quien, en lugar de corregirlo sólo puede comentarle: "Qué fuerte". El periodismo impresentable.