Está claro que cualquier persona puede cambiar su opinión, más si esa opinión es sobre un político. Lo raro es un cambio tan radical en tan sólo dos semanas lo que deja en claro que no es su opinión sino que reciben órdenes y las cumplen.

La postura de Cristina Pérez tal vez llame más la atención ya que hasta hace unos días parecía erigirse como una especie de jefa de prensa del diputado libertario.

Claro que la conductora recibe las órdenes directamente de su novio el exdiputado Luis Petri, quien sigue operando en las sombras de Juntos por el Cambio ya que hasta sus propios compañeros lo dejaron afuera de las listas para las elecciones de 2021.

Lo de Rossi no sorprende a nadie ya que lo hemos visto cambiar de "opinión" más rápido que de corbata.