"Preferimos sobreactuar y no lamentar una desgracia. El operativo fue impecable", confió una alta fuente de Seguridad al diario La Nación; al afirmar que el hombre de buzo gris que era filmado por los medios locales en realidad no era Pérez Corradi sino un doble. 

El verdadero exprófugo estaba vestido como uno de los tantos policías del operativo y pasó totalmente desapercibido mientras era trasladado al edificio Centinela. 

Pérez Corradi quedó detenido en esa dependencia de la Gendarmería, uno de los requisitos que impuso para facilitar su extradición a nuestro país. El secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, explicó que "se trazó todo un marco por si llegaba a haber algún intento de evitar que él pudiera ser blanco de algún atentado posible".

"Lo trajimos con un avión militar y con un grupo táctico que se llama Alacrán, de manera de preservar su bienestar físico durante todo el camino. Se lo notaba bien, según la gente que lo acompañó en el viaje", subrayó el ministro en diálogo con Luis Novaresio por Radio La Red.

Además, por "razones de seguridad", el ministerio de Seguridad le solicitó a la jueza María Romilda Servini que el detenido declare en el edificio en el que está alojado.