La perversidad del gobierno de Macri parece no haber tenido límites. Por una deuda con la AFIP dejaron varadas en la aduana 12 millones de vacunas. Si 12 millones de dosis en un país con emergencia sanitaria.

Ahora el gobierno ordenó la liberación de las vacunas que estaban varadas en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza desde hace varios meses por la falta de pago de impuestos a la AFIP. Una vez que sean retiradas y se audite el material serán distribuidas por todo el país, según adelantaron desde el ministerio de Salud, y será el propio Ginés González García, quien supervisará el retiro del material.

La medida era una de las prioridades de la nueva gestión en materia de salud. González García fue quien impulsó la emergencia sanitaria, en el marco de la ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva aprobada semanas atrás en el Congreso. La emergencia habilita la readecuación de partidas, pero también permite al Estado ingresar las vacunas sin hacer el pago de impuestos ante la AFIP. Según detallaron, la deuda asciende a $600 millones

La situación en materia de salud es crítica: a las deudas millonarias del Estado con proveedores se le suman algunos datos alarmantes, como la suspensión del refuerzo de la vacuna contra el meningococo en agosto de 2018, que se aplica a los 11 años y que formaba parte del calendario de vacunas desde 2015. Esa decisión valió un amparo de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y una denuncia contra las autoridades de la cartera de Salud. Estiman que quedaron sin cobertura más de 700 mil niños y adolescentes.

El faltante también es complejo en el caso de las vacunas contra el sarampión, una enfermedad que a nivel mundial causó 110 mil muertes en 2017, la mayoría de nenes y nenas menores de cinco años, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud. En el 2000 fue la Argentina fue declarada “libre” de sarampión, con una bajísima tasa de casos por año, aunque en 2019 hubo un fuerte rebrote que González García atribuyó, entre otras razones, al faltante de vacunas. Sin embargo, su antecesor había negado que faltaran dosis, y remarcó que lo que ocurría es que “la gente no llega a vacunarse”.

Una de las claves de la emergencia sanitaria (que ya había sido declarada en 2002, también con Ginés como ministro de Salud) apunta justamente al cumplimiento de la ley 27.491 de control de enfermedades prevenibles por vacunación. De acuerdo con las nuevas autoridades, el país sufre el peor rebrote de sarampión justamente por las “deficiencias” de compras y distribución de vacunas.