"Restricciones". Es la palabra elegida por el oficialismo para justificar no modificar el impuesto que el mismo Mauricio Macri había prometido eliminar en campaña. Ahora, resulta que elevar el mínimo no imponible para que los trabajadores de ingresos medios (y no tan medios) paguen el impuesto alteraría toda la obra pública. Lo curioso es que este año no fueron pocas las obras que paralizó Cambiemos, a tal punto que el sector de la construcción está en plena crisis. 

En paralelo con el tratamiento que inició el Senado por Ganancias, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, dio una conferencia de prensa en la que afirmó que el proyecto representará un costo fiscal  "monumental" equivalente a 130 mil millones de pesos que afecta a toda la obra pública en todo el país el año próximo.

Sobre la posibilidad de que el presidente Mauricio Macri vete la inciativa, Peña afirmó que "están todas las alternativas abiertas".

El jefe de todas las carteras nacionales opinó que la ley, que cuenta con sanción de Diputados, "fue improvisada" y explicó que modificar un impuesto "requiere un estudio serio, técnico, de gran complejidad como es  modificar impuestos".

Señaló que fue poco serio el trabajo de los diputados Sergio Massa y Axel Kiciloff, tanto que "tuvieron que modificar un artículo entero; tan mal hecho estuvo que los tributaristas dicen que es difícil calcular" y  pidió que en el Senado "paren la pelota y hagan un trabajo serio".

Peña ofreció una conferencia de prensa, en la Casa de Gobierno, junto a  los secretarios de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, y de Coordinación de Políticas Públicas, Gustavo Lopetegui, al término de la reunión de gabinete ampliado, que fue la última del año.