Si bien el escándalo desatado por la compra del Gobierno de Horacio Rodriguez Larreta de barbijos a 3.000 pesos cada uno no estalló por el apoyo de los medios hegemónicos, ésto no impidió que algunos de los salpicados debieran dejar la administración pública.

Y el abofado Gregorio Dalbón no perdió la oportunidad de enrostrale el turbio entramado partidario del Cambiemos.