Diego Guelar intentó instalar el concepto de que la grieta no existe. Para eso tomó algunos ejemplos como el de Graciela Ocaña o Martín Lousteau que supieron estar del lado del kirchnerismo y ahora se ubican en la vereda de enfrente. 

En realidad conceptualmente resulta un poco extraño el argumento ya que, según Guelar, la grieta no existe sino que es un instrumento de una banda de vivos "de un lado y de otro". 

Ahí terminó de perder sentido su reflexión ya que si no hay grieta tampoco existiría un lado y otro.

Tal vez el exembajador quiso transmitir que hay situaciones, como la de la lucha contra la pandemia, en la que no debería haber una grieta. Pero lo que dijo fue otra cosa y no quedó muy clara.