A veces las cosas no se dan como uno quiere y Fernando Iglesias no pudo festejar un triunfo de Bolsonaro pero al menos descubrió que tiene un talento, aunque algo moderado, como traductor.

Así el hombre que supo ser entrenador de vóley pero es un pésimo legislador, altanero violento y misógino y que aún debe explicar el incremento de su patrimonio, hizo las veces de traductor en el canal de Macri para que el resto de los operadores se enterara de qué estaba diciendo el presidente electo por tercera vez en Brasil.