La durísima campaña contra el Gobierno de Juntos por el Cambio y los medios hegemónicos bajo la presunta postura de protección de la escolaridad de los alumnos -a pesar de que durante los cuatro años del macrismo se demoraba el inicio de clases sistemáticamente por no solucionar la paritaria docente- fue refutada por la ciencia.

Hace un mes la prestigiosa revista científica The Lancet advertía que la reapertura de escuelas sin haber disminuido la circulación del virus puede acelerar la pandemia del coronavirus.

The Lancet en su trabajo demuestra que la vuelta de clases presenciales era capaz de provocar hasta 30 mil muertes más en el Reino Unido. "Sin adicionar mitigaciones, los aumentos en la transmisión son probables. Esta vez con más infecciones y posiblemente variantes más virulentas, resultando en más encierros, escuelas cerradas y ausentismo".

En la revista se pone en cuestión a aquellos que sostienen que los menores no son transmisores del virus, señalando que esa idea no se ajusta a la información consistente: "Los cierres de escuelas primarias y secundarias se han asociado con sustanciales reducciones a lo largo del tiempo en el número de reproducción a través muchos países (incluida Inglaterra) y períodos de tiempo".

Citando a la Oficina de Estadísticas Nacionales de Inglaterra, explica que los contagios en niños de entre 2 y 16 años crecieron antes de las vacaciones de navidad de 2020. 

Además Lancet remarca que una encuesta realizada por ese organismo sobre infecciones indica que el 13% de niños de 2 a 10 años y el 15% de aquellos de 12 a 16 años tienen al menos un síntoma persistente cinco semanas después de haber dado positivo de coronavirus y advierte que no se conocen los efectos que el virus puede tener a largo plazo en los niños y que por eso es preferible evitar los contagios: "Sería imprudente dejar que el virus circule en niños, con el consiguiente riesgo para sus familias"

Por su parte UNICEF no criticó la suspensión de las clases cuando sea por "el menor tiempo y lo más sectorizado", como justamente marca el DNU presidencial: “La ESCUELA es un lugar seguro y trabajar con niños y niñas, NO es un factor de riesgo: la responsabilidad de que continúe así recae en los adultos responsables del cumplimiento de los protocolos elaborados y en la construcción y aplicación de las medidas sociales necesarias para sostener la presencialidad, tanto en la escuela como en las familias. Es por ello que la Sociedad Argentina de Pediatría y UNICEF instan a las autoridades a que esta decisión de la NO presencialidad escolar por las razones epidemiológicas de público conocimiento, sea durante el menor tiempo y lo más sectorizado posible”