Miguel Ramón Alfonso era un espía de la AFI que decía ser cartonero, hasta hizo reclamos de los derechos de los recicladores urbanos y hasta acusó a Juan Grabois de quedarse con dinero de los trabajadores, es ahora sindicado como expolicía y espía de la AFI.

El nombre de Alfonso surgió en la causa que investiga el espionaje ilegal y ahora se está indagando si el objetivo del espía era Diego Santilli ya que se registró una foto entre ambos que podría ser la confirmación del éxito de su trabajo.

De hecho en el año 2018 el supuesto cartonero visitó en cuatro oportunidades la Casa Rosada y puntualmente al despacho de la Secretaria de documentación presidencial, Susana Martinengo, señalada como el contacto entre la red de espionaje ilegal y el mismísimo expresidente.