El escándalo de los aportantes truchos de Cambiemos se extiende como una mancha de aceite sobre todas las esferas de poder por las que transita Cambiemos. Lejos de parar los problemas, el pedido de renuncia de la titular de la Contaduría General de la Provincia, María Fernanda Inza, destapó la olla en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad de Buenos Aires, donde también le exigen que deje el Consejo Directivo. 

"Estamos pidiendo la renuncia de Inza porque es incompatible que una persona que está cuestionada por la propia Gobernadora por haber llevado los aportantes truchos en la campaña de Cambiemos en la Provincia, siga al frente de la Facultad de Ciencias Económicas", le dijo a Diario Registrado el presiente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Julián Asiner. 

El martes, la gobernadora María Eugenia Vidal anunció el pedido de renuncia de Inza por haber sido parte del equipo de rendición de cuentas de la campaña del 2017. "Hace muchos años trabaja conmigo, la conozco, confío en ella, y no tengo elementos que demuestren su involucramiento en este caso", dijo curiosamente la mandataria al mismo tiempo que la desplazaba del cargo. Pero ahí no terminan todos los problemas de Inza.

Desde la la conducción de la FUBA apuntan que la contadora es cómplice de presuntos negociados de los que participa la gestión de la Facultad por haber protagonizado un penoso hecho de discriminación y persecución ideólogica dentro de la casa de altos estudios. 

Inza llegó al Consejo Directivo de la FCE con la lista Naranja de Franja Morada/Nuevo Espacio, el brazo universitario del radicalismo y parte del PRO.

Aliada del exdecano de FCE, José Luis Giusti, quien renunció al cargo sospechado de corrupción en sobreprecios de medicamentos. El periodista Alejandro Bercovich haía rebelado en su momento un entramado complejo entramado de corrupción con el Hospital de Clínicas, en complicidad con Emiliano Yacobitti, quien por ese entonces era secretario de Hacienda de esa casa de altos estudios y presidente de la UCR porteña. 

Giusti  estaba vinculado con los propietarios de la droguería MEDIPACK, que le proveía insumos al Hospital de Clínicas por hasta diez veces más del valor de mercado. Según la denuncia, entre 2008 y 2014, esta empresa obtuvo 69 contratos poro un total de $11.229 millones.

El hecho no alejó a Giusti de la gestión pública. El gobierno de la Ciudad lo nombró en 2016 como responsable de la Unidad de Proyectos Especiales para la Transferencia de Funciones y Facultades en Materia de Seguridad. 

"Giusti se tuvo que ir de su cargo por estas denuncias, pero no se fue de la función pública ya que ahora revista en la policía de la Ciudad. Su socio  (Emiliano) Yacobitti lo reemplazó en la facultad", indicó Asiner. 

No sólo hay sospechas de negocios en el prontuario de la ahora exfuncionaria de Vidal. El economista y docente Andrés Asiain denunció a Inza ante el Inadi en 2014 por haberlo desplazado de su cargo en lo que se leyó como un acto de persecución política e ideológica. "Inza ejerció un control como comisaria política de (Alberto) Barbieri y (José) Giusti. Esto ha pasado también con contrataciones que eran frenadas por ella para colocar gente de Franja Morada", agregó el presidente de la FUBA.

"Esta Facultad está despidiendo cuatrocientos administrativos y es la que tiene más docentes ad honorem (sin sueldo) de toda la UBA. Mientras un sector que se beneficia con estos negociados, hay una gran precariedad para los docentes y estudiantes", dijo Asiner sobre el pedido de renuncia que será formalmente presentado en la próxima reunión del Consejo Directivo.