No es casual que un chispazo mediático encendiera la mecha del odio en Santa Cruz: una provincia que creció y multiplicó puestos laborales por más de una década, ahora ve cortado el flujo de fondos que la ley de coparticipación establece y es víctima del ahogo financiero. 

En los primeros 16 meses de gestión de Cambiemos, los adelantos de coparticipación y envío de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) se transformaron en salvavidas de emergencia. Mientras en 2015 la provincia recibió un total de 4736 millones de pesos en asistencia, en 2016 apenas ingresaron 1634 millones de pesos, de los cuales 871,4 millones fueron retenidos casi automáticamente en salarios.

Las consecuencias económicas son tremendas: un incremento de la desocupación en el área de la construcción del 35 por ciento interanual y una disminución de la actividad de YPF del 5 por ciento, con despidos y reducción de regalías.

Entre 2011-2015, el exgobernador Daniel Peralta incorporó 10 mil trabajadores al sector público, y conformó algunos gremios con paritarias que no podrían sustentarse sin la asistencia de la Administración Nacional.

En materia de Obra Pública, según informó enorsai.com.ar, el Presupuesto Nacional 2017 contemplaba una inversión en infraestructura de 272 millones de pesos en Santa Cruz, lo que refleja una disminución del 86 por ciento, respecto a lo proyectado en 2015: 1937 millones. Después del freno de este tipo de inversión social, ni siquiera esos acotados fondos ingresaron, lo que afectó la recaudación de ingresos brutos -un 24,46% menos- y por ende la coparticipación a los municipios.

La gestión de Alicia Kirchner destinó 5 mil pesos mensuales a 1200 trabajadores de la Uocra para sostener sus fuentes de ingresos, a pesar de la situación crítica.

A pesar de que Santa cruz tiene asignados los recursos par la construcción de 700 viviendas, en 16 meses de gestión macrista llegaron cero pesos por este rubro.

En la provincia, la caída de la actividad económica fue del 10 por ciento: la reducción del precio sostén al barril del crudo significará que la Santa Cruz recibirá aproximadamente 700 millones de pesos menos en concepto de regalías, pero también sufrirá su sector pesquero, porque el Gobierno nacional decidió eliminar los reembolsos a las exportaciones por Puertos Patagónicos, lo que se traduce en una pérdida de 346 millones de pesos.