Como siempre las denuncias de Florencia Arietto tienen un componente de verdad, un marco geográfico difícil de constatar, unas menciones difusas con respecto a las responsabilidades y un histrionismo que busca que quede más una sensación que tratar en resolver un problema.

Claro que esta vez se topó de frente con un Manu Jove cansado de escuchar a políticos que quieren hacerse notar en las campañas electorales buscando su lugar en la lista.

Arietto no tiene claro para quién va a jugar y busca un paraguas que la cobije, tanto sea el macrismo como los libertarios.