Héctor Timerman no sólo murió víctima de esta causa y de los jueces que no le permitieron viajar para hacer el tratamiento que necesitaba sino que murió acusado de traición a la patria.

Su abogada Graciana Peñafort hizo un pedido especial a la Justicia por el resarcimiento del buen nombre de su defendido.

Queda claro a esta altura que todo esto fue un invento canallesco del macrismo y que el tribunal que no permitió un tratamiento médico debería ser juzgado como cómplice de esta muerte injusta. Será la Justicia la que deba determinar esto.