"La salida de Darío Lopérfido del Ministerio de Cultura porteño estuvo precedida por una serie de hechos que, una vez más, nos mueven a reflexionar sobre la cerrazón de algunos sectores, más fanáticos que racionales, a debatir sobre datos extremadamente dolorosos del pasado reciente"; así se inicia el texto editorial del diario La Nación con fecha del 7 de julio de 2016. 

No es la primera vez que ocurre, que el centenario diario busca- como ocurrió con la asunción de Mauricio Macri- señalar que  "es momento propicio para terminar con las mentiras sobre los años 70 y las actuales violaciones de los derechos humanos". Una posición que llevó a sus empleados a criticar duramente el medio en el que trabajan. 

Los dichos de Lopérfido al minimizar la cifra de desaparecidos en la última dictadura militar, llevaron - para La Nación-  a "una dura embestida contra Lopérfido tanto de sectores del kirchnerismo, que consideran el tema de los derechos humanos de su exclusiva propiedad y no admiten disensos ni dudas, como de representantes del oficialismo, que prefirieron ampararse en una supuesta ¨corrección política¨ antes que defender el derecho de todos a poder expresarse libremente".

Citando a Graciela Fernández Meijide y al historiador Luis Alberto Romero, el editorial del diario pretende focalizarse en una supuesta "censura" o "cerrazón" antes que evaluar la magnitud de los dichos del exministro. 

También se refirió a los exabruptos del economista Javier González Fraga y se editorializó: "Las imputaciones que recibió de los defensores del "modelo" no alcanzaron nunca a explicar el fondo de los dichos del economista ni dónde está la verdadera inclusión que aquéllos promovían, sino que, nuevamente, estuvieron dirigidas al ataque personal más artero". 

Y finalizó: "Las atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado no están en discusión. Lo dicho tanto por Lopérfido como por González Fraga en materia económica fue poner en palabras opiniones que son compartidas por muchísima gente, aunque en público no se expresen por temor a ser estigmatizados, por aparecer abordando cuestiones ¨impolíticas¨ a los ojos de algunos. Permitirse dudar no es ir en contra de nadie ni es razonable que haya que pagar un precio por expresarse libremente". 

La Nación alerta, citando una vez más al historiador Romero, que " es riesgoso transformar el mito en historia" tan riesgoso como titular "El precio de la verdad". 

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