El sentido de pertenencia al peronismo no se lo puede sacar nadie a Dady. Lo ha manifestado en los peores momentos, cuando hasta parecía incorrecto y ponía en juego la posibilidad de trabajar.

Por eso tiene la autoridad moral para plantear que es tiempo de dejar de contemporizar cuando a uno lo atacan a piedrazos, de mantener las buenas formas cuando desde la oposición juegan sucio, y de animarse a hacer lo que corresponde sin temor a las represalias.