La virulencia de la charla entre Fabián Doman y uno de los líderes piqueteros del Movimiento de Trabajadores Excluidos muestra las dos caras de un debate donde nadie se escucha.

Por un lado el periodista que conduce Intratables muestra la mirada de la clase media irritada por los cortes de calles en la ciudad de Buenos Aires y el clientelismo, por otro lado el piquetero que desafía esa lógica desde la premisa del hambre en las barriadas populares.

Pero en vez de encauzar la charla hacia un intercambio de ideas que buscara echar luz sobre la problemática, se llegó a lo que es moneda corriente en el periodismo político actual: un cruce donde solo mandan los gritos y las chicanas.