A pesar de que hace muchos meses quedó en claro que nunca estuvo en manos del Poder Ejecutivo la decisión de liberar o no a los presos, tal como recomendaban organismos como la ONU o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el diputado macrista Luis Petri prefiere seguir con su política de la posverdad para seguir mintiéndole a sus votantes.

Lo cierto es que en la Argentina la solución del problema de los pedidos de prisión domiciliaria por parte de los reos para evitar la concentración de personas en lugares como las cárceles, siempre estuvo en manos de los tribunales. Son los jueces naturales quienes dispusieron libertades cuando las consideraron necesarias.

Pero Petri, que parece más interesado en su romance con Cristina Pérez que en decir la verdad asegura que el Gobierno liberó a 4500 presos basándose en las estadísticas de cantidad de presos. Es cierto que algunos salieron para la decisión nunca estuvo en manos del Poder Ejecutivo.

Para colmo para cerrar se atreve a hablar de la independencia de la Justicia que es justamente lo que acaba de destruir con sus palabras.