Javier Milei ha demostrado que más allá de decir que es un hombre de convicciones fuertes y marcos ideológicos firmes, es capaz de desdecirse y opinar lo contrario a lo que sostenía tiempo atrás sin siquiera pestañear.

El último ejemplo de esto es su posición con respecto al papa Francisco, por quien mostró respeto ante su fallecimiento pero denostó en vida.

Cuando Viviana Canosa hacía crecer su imagen invitándolo diariamente a su programa para tornarlo un candidato potable en la campaña electoral, sacó de adentro todo su odio para echarlo sobre el Papa, a quien insultó y calumnió sin el menor respeto.