No se sorprende pero sigue indignando. Eduardo Feinmann tiene vía libre desde la pantalla de La Nación + para agredir e insultar a placer para regodeo de sus patrones y televidentes.

Y como era de esperar el objetivo principal siempre es Cristina Kirchner, por lo que Feinmann se encargó de relacionarla -aunque no hubiera ningún vínculo- con el homicidio del kiosquero en el conurbano.

Pero no se ensañó con ella sola sino con lo que llamó el ladrikirchnerismo o ladriprogresismo.