El 10 de marzo serán las elecciones provinciales en Neuquén y el 7 de abril en Río Negro. Así arranca el año electoral que se coronará con el comicio nacional. Y comenzar un año así perdiendo en una mala señal para cualquiera.

Sobre todo para el macrismo, que debe afrontar una crisis económica y social sin freno producto de sus propias políticas. Esa es la razón por la que, muy probablemente, pierda en las mencionadas provincias patagónicas.

Y “cada vez que Mauricio Macri pierde una provincia es un poco más débil”, como bien advierte Alberto Fernández, quien también habló de las dificultades que enfrenta el peronismo para unificar sus candidatos. De hecho, lo lograron en los territorios neuquino y rionegrino.