"Nunca se recurrió a la violencia como hoy", sentenció Marcos Peña ante la prensa, mientras se desarrollaba en los alrededores del Congreso una represión como no se veía desde los 90 y que, por entonces, alcanzó su clímax en el bienio 2001-2002.

En resumidas cuentas, su “mensaje de paz y tranquilidad” era el que mostraban las imágenes que acompañaban al jefe de Gabinete cuando brindaba una conferencia de prensa: fuerzas de seguridad lanzando gases lacrimógenos, disparando contra personas indefensas, golpeando a periodistas y legisladores…

Legisladores a los que tildó de “piqueteros”, lo que en boca de Peña aparece como insulto o acusación pero que, en realidad, refleja al único –o casi– sector de la sociedad argentina que durante el periodo mencionado en el primer párrafo peleó de frente contra el ajuste menemista que prosiguió la Alianza.