No se puede hacer más berreta. En algún momento la televisión significaba show, cierta seriedad, cuidado por la formas, un discurso lo más amplio posible. Ahora que vivimos la época de audiencias segmentadas, de personas que solo escuchan un lado de la historia, que se reúnen con gente que piensa igual, la programación está armada para apuntalar este esquema.

Pero al menos se puede pedir calidad y profesionalismo en el contenido, porque poner un meme de los que circulan en Twitter o en los grupos de Whatsapp, es lo más básico que se puede hacer.