El otrora propagandista de Cambiemos que cayó en desgracia debido a la derrota electoral de Mauricio Macri y, sobre todo, por sus enfrentamientos internos con personajes como Marcos Peña, se diferenció de la postura oficial sobre Bolivia.

Desde el gobierno nacional, como se sabe, hay una negación sistemática a abordar el golpe de Estado como tal; de hecho, la asonada militar que forzó la renuncia de Evo Morales fue celebrada por Macri y sus acólitos.

Pero en su última columna para Perfil, Jaime Durán Barba volvió a mostrar diferencias con sus excontratistas, al plantear que su postura “no es discutir las virtudes o defectos del gobierno de Evo Morales, sino la legitimidad de las intervenciones militares para poner y deponer presidente”.

"Para ahorrarnos definiciones complejas podemos quedar en que cuando los militares destituyen a un presidente sin tomar directamente el poder eso no es un golpe, sino una palmada. Quienes defendemos la democracia rechazamos toda intervención militar. Ni golpes ni palmadas. Solo democracia", afirma el ecuatoriano en su columna.

Tampoco ahorra críticas a la “autoproclamada presidenta” –textual– Jeanine Áñez, a quien califica como "una racista procedente de Santa Cruz", en referencia a la provincia boliviana de la que es originaria y donde se concentra la oligarquía de ese país.