Una cosa es una campaña y otra cosa es una gestión pero ¿qué pasa cuando se está haciendo campaña y gestión a la vez? en principio diríamos que la situación se pone difícil. La triple corona ganada en 2015 que permitió a los amarillos quedarse con la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, y la Nación se debió, entre otras cosas, a las estrategias discursivas de Jaime Durán Barba quien planteó como una de las líneas kirchnerizar el discurso sobre el final de campaña.

Así fue que puso en boca de Macri y Vidal la frase "no vas a perder nada de lo que tenés" y en el debate final contra Daniel Scioli lo acusó de generar una campaña del miedo. "Pareció un panelista de 678 que agredió y trató de meter miedo. Tiene una línea argumental tremenda. Parece creer que la gente es tonta", enfatizó. Pero lo cierto es que Scioli habló de endeudamiento, de devaluación, de inflación y de perdida del poder adquisitivo de los trabajadores.

Después llegó el gobierno, posteriormente el ajuste, y las falsas promesas. "Brotes verdes", "segundo sementre", "lluvia de dólares" fueron algunas de las frases con las cuales los funcionarios pretendieron minimizar el impacto en la opinión pública de las constantes medidas antipopulares que dinamitaron el bolsillo de los trabajadores. Fue entonces el turno de la "pesada herencia"; echar la culpa a la gestión anterior, a los números en rojo, al estado "devastado" en palabras de Vidal.

¿Y qué hacer ahora?¿Cómo convencer cuando ya no sirven las promesas? Durán Barba siempre tiene una respuesta. El ecuatoriano expresó en forma contundente dentro de la mesa chica del Gobierno que los precandidatos de Cambiemos no hablen sobre el funcionamiento de la economía porque "no suma". "Los focus group dicen claramente que la economía no suma. No hay que hablar de economía" se cansó de remarcarlos.

Es que hablar de economía es hablar de uno de los endeudamientos más grande de la historia argentina combinado con un déficit fiscal récord y una política antiinflacionaria que no funciona ya que la meta del BCRA del 17% es muy improbable que se cumpla. Es sacar a la luz el bono a 100 años, los aumentos a los servicios públicos, y las paritarias que no cubren los aumentos de precios. Es hablar de un tipo de cambio atrasado que no le sirve ni al sector más beneficiado que es el campo y que en caso de retocarlo generaría una nueva ola de aumentos de precios.

Pero no solo ese es el problema, el conflicto es que "la gente ya descree de las promesas, porque nunca se cumplieron", y la referencia es clara, hablan del "segundo semestre", la "lluvia de dólares" o los "brotes verdes". Entonces ¿qué hacer? y la propuesta es "hablemos con la verdad". Es que una gran cantidad de encuestas y de focus group sostiene que el macrismo "deje de prometer que las cosas que andan mal y que comenzarán a mejorar a la brevedad" porque es mentira. ¿Podrá esta vez el gurú sacarlos airosos cuando todo indica que ya no tienen de donde sostener la campaña?