En total ya son dieciséis los días de para en lo que va del año en reclamo de una mejora salarial que recomponga el poder adquisitivo perdido en un año y medio de ajuste e inflación. 

El Director General de Cultura y Educación, Alejandro Finocchiaro, ya anunció que como otras veces, "se va a descontar" del salario de los docentes cada jornada no trabajada.

El gobierno de María Eugenia Vidal ofreció a los sindicatos del sector un 21 por ciento para este año, con cláusula gatillo, una suma por presentismo y 2.000 pesos por cargo por la pérdida de poder adquisitivo en 2016. También ofertó para los años 2018 y 2019 una mejora salarial idéntica a lo que registre el proceso inflacionario, más un 10 por ciento de esa inflación, y un plus por presentismo por el ahorro de la baja del ausentismo.

Si el primer primer año se redujese solo un 10 por ciento (del 17 al 15,3), cada trabajador docente en promedio podría percibir 440 pesos adicionales mensuales, explicaron desde el Gobierno, lo que para los gremios es insuficiente. 

El ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, dijo a la agencia Télam que el paro de esta jornada Frente de Unidad Docente provincial "es absolutamente político", por cuanto "significa volver a una dinámica del conflicto que habíamos superado", al tiempo que resumió que "hubo 13 reuniones y nueve propuestas, pero ellos (los gremios) insisten con un 35% y devolución de quitas o paro, y vuelven a foja cero".

Al respecto, la secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini, aseguró que “tildar a un paro de ‘político’ es inadmisible” y consideró “una vergüenza” la nueva oferta salarial que formuló el gobierno de María Eugenia Vidal y desencadenó una nueva huelga.

“Nosotros queremos seguir discutiendo. Es verdad que el Gobierno ya formuló nueve propuestas, pero con variaciones de entre 50 y 98 pesos entre una y otra. Es una vergüenza”, analizó Petrocini.