El proyecto fue aprobado por 192 votos a favor, provenientes del Frente para la Victoria, el radicalismo, el PRO, el Frente Peronista y el Frente Renovador; 4 abstenciones y 33 en contra, del FAP, la Coalición Cívica y otros bloques minoritarios.

En medio del debate por la reapertura del canje de deuda donde se suspenderá la Ley Cerrojo, el presidente de la Comisión de Presupuesto de Diputados, Roberto Felleti, se refirió al fallo de la Cámara de Apelaciones de Estados Unidos que fue contrario a la postura argentina.

Felleti sostuvo que "no existe jurisprudencia de que una Nación puede ser rehén de un fondo especulativo", al referirse al fallo de la Cámara de Apelaciones de Estados Unidos. Además, comentó que la reestructuración fue "éxitosa" porque se adhirieron un 93% de bonistas, y rechazó la decisión de la justicia de Estados Unidos que aceptó el reclamo de un fondo buitre que representa el 0,45 por ciento de los acreedores.

Por su parte la Corte Suprema estadounidense anunciará su decisión el 30 de septiembre. Decisión que tendrá a la Argentina en vilo hasta entonces.

El diputado que expuso como miembro informante del oficialismo, Carlos Heller, indicó en el recinto que con esta ley "el gobierno tiene las herramientas para terminar la estructuración de la deuda".

Además advirtió sobre el accionar especulativo de los fondos buitre y señaló que si no se revierte el fallo de la Cámara de Apelaciones de Nueva York tendrá "repercusiones negativas no solo sobre la Argentina sino sobre el sistema financiero internacional".

También cuestionó que los tenedores de ese 0,45 por ciento de la deuda en manos de los fondos buitre quieren "imponerse sobre la voluntad del pueblo argentino" y rechazó el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa porque desconoce el "principio de inmunidad soberana" de nuestro país.

La flamante ley, que permite ingresar en la reestructuración de la deuda a los bonistas que no aceptaron hasta ahora la propuesta argentina, recibió dictamen de mayoría con las firmas del Frente para la Victoria, sus habituales aliados, y el apoyo en disidencia de legisladores de otras bancadas.

Además, Lorenzino repudió "la acción en estos Fondos Buitre que vuelven a poner la incertidumbre", aunque se mostró confiado en "una nueva instancia en la Corte Suprema" de Estados Unidos y que exista allí "una solución  acorde con los argumentos que ha presentado la Argentina".

Por su parte, Kicillof afirmó que la política de desendeudamiento aplicada desde 2003 permitió que en la Argentina la deuda externa "ahora represente un 10% del Producto Bruto Interno", cuando en 2001 era "de un 95%".

En ese sentido volvió a reafirmar que las constantes renegociaciones de deudas "lejos de solucionar los problemas, le han traído a los países más crisis y depresiones y más problemas a la población".

El proyecto enviado hace dos semanas por el Ejecutivo para la reapertura del canje de deuda, suspende la vigencia de la denominada Ley Cerrojo -que impedía abonar a quienes no hubiesen entrado a los canjes anteriores- y establece que la nueva convocatoria se realizará en "términos y condiciones financieras" similares a la operación concretada en 2010.

En tanto que el artículo segundo del proyecto establece que los "términos y condiciones financieros que se ofrezcan no podrán ser mejores que los ofrecidos a los acreedores en el decreto 563/10", en referencia a las condiciones de los bonos del canje 2010.