“Voy a votar a  (Javier) Milei, obvio. Porque me encantan sus propuestas”, dijo un joven al ser consultado en la estación Constitución.

Pero ante la repregunta del periodista de Crónica sobre cuáles son las consignas que lo llevan a votarlo admitió que no las sabe: “Me mataste”, confesó.

En un contexto donde la política debe volver a enamorar a la juventud, los discursos extremistas pueden llevarse votos más movidos por el desencanto que por las ideas. Este segmento televisivo lo demuestra.