Aquella embestida judicial con resoluciones demasiado veloces para los tiempos habituales de la justicia argentina, gambeteando los debidos procesos en el marco de una batalla electoral crucial para el Gobierno, empieza a demostrar su fragilidad.

Este viernes, la Sala I de la Cámara Federal dictó la falta de mérito de Julio De Vido en el caso por el que le quitaron los fueros y lo detuvieron -presuntas irregularidades en la importación de gas licuado entre 2008 y 2015- con la firma del juez Claudio Bonadio.

El tribunal ordenó la “libertad inmediata” a un total de 24 personas, entre ellas De Vido y su colaborador Roberto Baratta, que sí saldrá en libertad en las próximas horas. Sin embargo, la resolución constituye un paso hacia la posible liberación del exministro, si es que su defensa logra resolver a su favor en una investigación vinculada a Yacimientos Carboníferos Río Turbio.

Los camaristas consideraron inconsistente el peritaje tenido en cuenta entre las causales y por el cual se acusó la supuesta existencia de sobreprecios en la importación del combustible, apuntando que estaba basado en una “contabilidad deficiente”, además de que el perito David Cohen había sido denunciado e imputado por “falso testimonio por dicha pericia".