La relación de Javier Milei con los periodistas ya parece insalvable. Y estamos hablando claramente de los periodistas que se atreven a cuestionarlo, no de los que se muestran como amigos del poder y a los que el mandatario no les pone apodos.

Para Diana los presidentes no deberían detenerse en las críticas del periodismo sino que tienen que dedicarse a gobernar.

También aseguró que algunos periodistas deciden autocensurarse para evitar las agresiones directas del Presidente y dio el peor de los ejemplos al asegurar que desde 678, el kirchnerismo perseguía a los periodistas a lo que Juan Amorín le contestó, simplemente, que era un escándalo.