La negativa de la Justicia a permitirle declarar no hizo más que convertir su discurso en lo más visto del día y en todos los canales de televisión en vivo.

Después de que los referentes de la oposición demostraran con sus declaraciones que no terminaron de entender lo que estaba diciendo, ella salió al balcón a saludar a los que se estaban manifestando frente al Congreso y pidió que cantaran la marcha a la que obviamente se sumó.

La afrenta de la Justicia contra la vicepresidenta parece haber generado el efecto contrario al buscado ya que el pueblo salió a defenderla a las calles demostrándole su apoyo y su amor incondicional.