El pueblo quiere saber de qué se trata y Leandro Santoro, como representante de ese pueblo se preguntó cómo sabía Fernán Quirós que los laboratorios privados que fabrican vacunas ya tenían comprometida su producción con los países y por lo tanto no había disponibilidad para privados.

Más allá de dejar en ridículo a la exministra de Seguridad que evidentemente habló de la posibilidad de comprar vacunas sin saber que eso no se podía hacer, es sospechoso que el ministro de Salud, y por lo tanto también el Jefe de Gobierno porteño tenían esos datos.

¿Estuvieron negociando con laboratorios por debajo de la mesa y de manera ilegal? ¿Con qué laboratorios hablaron?

Ahora, gracias al pedido de Leandro Santoro, deberán explicarlo.