El Presto se fue de mambo una vez más e hizo una clara amenaza a la seguridad de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei y al Presidente por elevación.

Claramente alguien lo debe haber llamado para decirle que baje un par de cambios y la mejor defensa que se le ocurrió fue que “había sido sacado de contexto”.

Además apuntó sus cañones contra Lilia Lemoine, asegurando que era ella la que estaba detrás de esta supuesta operación en su contra.

Pero El Presto desafió a la gente a ver su editorial para despejar las dudas, asegurando que no solo no había amenazado a nadie sino que había sido solo un ejemplo y qué el mismo había repudiado esas horrorosas prácticas que proponía. Le hicimos caso y acá está el editorial desde donde empieza a hablar del tema. Saquen sus propias conclusiones.