Flybondi y Jet Smart fueron las naves insignia de la propuesta del macrismo de flexibilizar el aerotransporte. Si bien parece que las empresas low cost quedaron en el pasado, siguen operando desde el aeropuerto de Ezeiza.

Lo que quedó desarticulado es el aeropuerto de El Palomar que un informe de ADN mostró en detalle como operaba. Con containers y casas prefabricadas simulaban las instalaciones de un aeropuerto competente. Pero ni siquiera eso se cuidó como se debía porque el deterioro de los vehículos y las oficinas muestran el estado de precariedad con que se trabajaba.