Miguel Del Sel, que hizo carrera profesional y política como bromista, no cejó en su empeño y bromeó –en vivo y en directo– sobre las dificultades orales del periodista y conductor estrella del Grupo Clarín.

Para colmo, también estaba como invitado el rosarino Miguel Lifschitz, en este caso –debemos reconocerlo– todo un trabalenguas para el pobre Marcelo Bonelli.

Y Del Sel se lo hizo notar.