El expresidente Fernando de la Rúa primero dijo: “Lavagna pone toda la deuda externa bajo jurisdicción de Nueva York y eso es importante porque es lo que trae ahora las consecuencias con los fondos buitre". Olvidando u omitiendo que el megacanje, lejos de mejorar la situación, multiplicó la deuda.

Y enseguida, sin titubear, arrojó otra sentencia para la posteridad: "Mi gestión económica nos hubiera dejado a salvo de los buitres" y que si bien hace autocrítica "hubo otros que nos siguieron en el Gobierno, lograron las cosas que dijieron e hicieron un desastre".

¡Y tiene razón! Si él hubiera continuado en el Gobierno seguramente no hubiera habido reestructuración de deuda alguna.

Y dio su versión sobre cuál fue la intención de semejante medida económica: “Se había pensado en el megacanje para ganar tiempos, de postergar vencimientos, y fue denunciado como algo fraudulento y no era así. A mí me tocó auditar la operación. La acusación se limitó a convocar a bancos a que participaran de la gestión y decir que eso era incompatible era absurdo, cuantos más participan más claro es el procedimiento”.