El diputado Pablo López intentaba explicar ante la comisión de Asuntos Constitucionales el por qué de la negativa del bloque del FIT a votar la expulsión de Julio De Vido bajo el pretexto de “inhabilidad moral”, teniendo en cuenta que más tarde o temprano podría ser usado contra los legisladores de izquierda.

Sin embargo, Elisa Carrió buscó provocar al diputado salteño del Partido Obrero al hablar en voz alta y tratar de banalizar sus argumentos. "Sacame una selfie", pedía a otros integrantes del bloque macrista que se hallaban en la reunión de comisión.

Fue entonces que la increpó López, al reclamarle a Pablo Tonelli: "Presidente (de la comisión), dígale a Carrió que si quiere hablar se puede ir afuera, o que en todo caso diga los nombres de los funcionarios que protegen a De Vido".

Poco segundos más tarde y queriendo parecer burlona ante el desafío que le planteó el salteño, Lilita abandonó la reunión. Apenas había estado media hora en el anexo del Congreso.

Cuando se iba, la diputada Soledad Sosa (PO-FIT) la acusó de "hacer ridiculeces" para "escaparse una vez más y no escuchar a la izquierda". Y Carrió sólo volvió sobre sus pasos para tirar “besos a la izquierda” y desaparecer por el foro.