El juzgado federal de Lomas de Zamora tramita la causa judicial por espionaje ilegal que tiene dos particularidades que le dan mayor impacto político: la cantidad de pruebas que certifican la producción de inteligencia clandestina por parte de la AFI y la jerarquía de los personajes quienes fueron espiados.

Entre las víctimas de esta red de espionaje hay dos ex presidentes: Cristina de Kirchner y Eduardo Duhalde aparecen en los registros del grupo investigado por el juez Federico Villena junto a una abrumadora cantidad de jueces, políticos, empresarios, diputados, miembros de la Iglesia Católica, gobernadores, intendentes, referentes sociales.

Bajo un fuerte hermetismo y secreto de sumario, el juzgado avanzará esta semana en la citación de quienes fueron damnificados por esta maniobra.

Pero el listado no se limita a políticos de la entonces oposición a Cambiemos, sino a integrantes de la propia coalición de gobierno, lo que vuelve aún más escandalosa la trama y le otorga verosimilitud a la operatoria de los espías. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta fue seguido por la organización, lo mismo que su segundo, Diego Santilli. La exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal y su exministro de Seguridad Cristian Ritondo también integran la nómina de espiados. Los espías también dedicaron mucho tiempo a Nicolás Massot, quien fue jefe de la bancada macrista en Diputados.

Otro dato relevante: la AFI dedicó mucho interés a ir tras los pasos de varios futbolistas, algo que genera suspicacias por el oficio de Arribas de intermediario de jugadores. Existen registros, a su vez, de figuras del espectáculo, un rubro hasta ahora desconocido en la trama. Y también en el plano del Poder Judicial: al menos dos jueces del máximo Tribunal fueron objeto de espionaje, así como el camarista Martín Irurzun.

Una ráfaga de fotos grafica el seguimiento al gastronómico Luis Barrionuevo y al presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lugones. El espionaje se extendió también a los denominados “curas villeros”.