En la vereda opuesta del gobierno de Mauricio Macri, que "respeta" la destitución de Dilma Rousseff, la expresidenta y Cristina Fernández de Kirchner, cuestionó con dureza el golpe de Estado contra la mandataria brasileña

En declaraciones a Radio Diez, Cristina calificó el hecho como un "golpe institucional" y advirtió que la remoción de la jefa de Estado de su cargo es una "nueva forma de violentar la sobernía popular".

"Estamos viendo una estrategia dura contra los gobiernos populares", señaló la dirigente del Frente para la Victoria, al tiempo que acusó a las "superpotencias" de promover el golpe y señaló también la responsabilidad de los medios del país limítrofe. 

"Hay una apoyatura interna en el Congreso (de Brasil) y con los grandes medios para culminar en este episodio negro de la historia de la región", advirtió en diálogo con el periodista Roberto Navarro. 

La expresidenta sostuvo que el juicio político a Rousseff "se vio venir el día después de la reelección" de la mandataria brasileña en octubre de 2014 por lo que no se sorprendió a la vez que remarcó que "este clima destituyente también lo vivimos en la Argentina durante mis dos gobiernos".

"Hay una estrategia dura y pura sobre la región de ataque a los gobiernos populares" siguió la ex mandataria y disparó: "lograron derrocar a una presidenta democrática que había ganado con 54 millones de votos". Además cargó contra "los sectores económicos concentrados internos y externos también" que operan contra los gobierno populares latinoameriocanos.