Un memorando del 21 de mayo de 1979, con origen en el Batallón de Inteligencia 601 y remitido al Director General de Inteligencia, advierte que OPCIÓN (órgano de difusión del Partido Socialista de los Trabajadores) transcribe una carta fechada "México Dic./78", firmada entre otros por el escritor Julio Cortázar.

Bajo el legajo N° 3178; se encontraban los datos del escritor: apellido, nombre, nación, localidad, profesión y antecedentes sociales. El mismo titulado como: Cortázar. Julio Florencio (el segundo nombre estaba escrito a mano alzada). Y contenía los datos "Arg. Francia. Escritor. Entidad Habeas".

"Habeas", se trata de una organización creada por Gabriel García Márquez para defender a prisioneros políticos, a la que el autor de Rayuela adhería. El aclamado autor colombiano había donado cien mil dólares de su regalía para constituir la institución.

En un documento del 20 de enero de 1976, sellado con carácter de “RESERVADO URGENTE”, la SIDE envía un parte a la SIN, SIA, Batallón 601, SID, SIPNA, DIG, DIPBA sobre la celebración del Tribunal Russel y la participación de Cortázar. Este informe da cuenta de otro rasgo esencial de los servicios de inteligencia a partir de 1975: los vínculos entre las agencias de inteligencia (la denominada comunidad informativa) para la persecución política e ideológica.

Durante la investigación, los agentes de la DIPPBA amplían la información y bajo la categoría de actividad subversiva sostienen que la celebración de la sesión del Tribunal Russel “forma parte integrante de la campaña internacional de desprestigio”, que “el escritor JULIO CORTAZAR, que actuó en calidad de jurado, fue aplaudido por la concurrencia al pedir deponer como testigo, oportunidad en que leyó una carta referida al combate de Monte Chingolo sostenido por el E.R.P. con fuerzas de seguridad durante el mes de diciembre del año ppdo.”, que “al término de las deliberaciones, el Tribunal sentenció con el “GRADO MÁXIMO DE CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD” al gobierno de nuestro país.

El documento de inteligencia recupera algunos pasajes de la carta de Habeas que Cortázar firmó:  "poderosa campaña de solidaridad con los pueblos latinoamericanos que padecen la tiranía, la barbarie y la negación de sus esenciales derechos humanos [...] Más que poner en evidencia a los verdugos, se procurará, hasta donde sea posible, clarificar la suerte de los desaparecidos y allanar a los exiliados los caminos de regreso a su tierra".

Además se halló un parte del  20 de mayo de 1980, a cargo de representantes de las tres Fuerzas Armadas a nivel de secretarios generales, en el que se consideraba que "ante la puesta en vigencia de la nueva Ley de Radiodifusión (pronta a salir), debe existir cierta elasticidad en las prohibiciones que emanan de la fórmula en cuestión".

Aun así, Cortázar fue calificado con un F.4. En ese momento, la calificación F.4 era el máximo grado de prohibición: "registra antecedentes ideológicos marxistas que hacen aconsejable su no ingreso y/o permanencia en la administración pública, no se le proporcione colaboración, sea auspiciado por el Estado, etc". Por lo que su obra e ideas no podían ser difundidas como él tampoco podía presentarse en público en el país.

Aunque el gobierno militar no le quitó su ciudadanía; la prohibición que pesaba sobre Cortázar sólo era una prohibición meramente de forma ya que el escritor se mantuvo en el exilio.

Fuentes: El Destape/ Comisión provincial por la memoria