Están desorientados y poniendo en juego todo tipo de alianzas con los distintos sectores sociales. Para el pueblo, Mauricio Macri llegó al poder prometiendo "pobreza cero", "eliminación del impuesto a las ganancias", bajar la inflación y "la revolución de la alegría". Para los empresarios prometió, en el caso del campo quita de retenciones a los granos y -aunque no lo dijo con estas palabras- bajas de salarios para mejorar la productividad. 

Que no haya cumplido con las propuestas de campaña para el pueblo, no sorprende. La demonizada 'campaña del miedo' había advertido que esto pasaría. Incluso era esperable que a los empresarios, aun con el aplastamiento de los salarios, terminaran por padecer una recesión por la caída del consumo y la suba de los costos energéticos, que provocó el cierre de cientos de pymes y el despido de miles de personas en todos los sectores.

Pero lo que de ninguna manera se esperaba es que Cambiemos le incumpla también al campo. Ese sector fue el que más fuerte jugó para desestabilizar al gobierno anterior y que más favoreció la llegada del cambio de manos del poder. Sin embargo, la inestabilidad económica en todos los rubros, hace que el Ejecutivo necesite más dinero del que creía para evitar el desmadre social. Es por ello que se produce la dilación de las quitas de impuestos.

En menos de un año en el sillón de Rivadavia, Mauricio Macri no ha logrado sostener ningún tipo de acuerdo con las clases sociales que lo votaron para llegar al poder. Si la lluvia de inversiones no se hace realidad en el corto y mediano plazo, el escenario será realmente complicado.