El operativo se despliega sobre un área de 482.507 Km2, a un máximo de 905 kilómetros de la costa y con una longitud de 1.006 kilómetros entre la ciudad de Mar del Plata y el Golfo San Jorge, y se activó el jueves último luego de que pasaran 48 horas desde la última comunicación entre el sumergible y su base de operaciones.

Entre los navíos dispuestos por la Armada para la búsqueda hay dos destructores (Sarandí y La Argentina), seis corbetas (Espora, Spiro, Robinson, Rosales, Drummond y Granville), el buque logístico ARA Patagonia, el transporte ARA Bahía San Blas, dos buques oceanográficos (Puerto Deseado y Austral) y el aviso ARA Puerto Argentino.

También participan el buque polar HMS "Protector" de la Royal Navy británica; el OSS "Skandi Patagonia" -utilizado como plataforma de despliegue del Escuadrón de Rescate Submarino de la U.S. Navy-, dos buques de la Prefectura Naval Argentina (Derbes y Tango), como apoyo a las actividades de búsqueda y buceo, y un buque pesquero que se unió en la zona sur del área de operaciones.

En cuanto a los aviones desplegados, hay dos B-200 y un Tracker de la Armada, un B-350 de la Prefectura, un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina y dos aviones (P-3 B y P-8) pertenecientes a la NASA y la Armada estadounidense (U.S. Navy).

"Tanto los aeronaves como los buques han soportado condiciones meteorológicos de extrema dureza, con vientos de hasta 80 kilómetros por hora, precipitaciones de distinta intensidad y olas de hasta siete metros de altura", indicó la Armada en un comunicado.

Pese a admitir estos "inconvenientes", la Armada afirmó que las áreas asignadas para el rastreo en superficie del submarino se "llegaron a cubrir en gran parte".

Al mismo tiempo se dispuso un área de aprovisionamiento en una zona "donde no se sientan los efectos de la meteorología adversa", al noreste de Península Valdés.

A la búsqueda del submarino se sumaron hoy dos aviones de Prefectura, además de un P-Orion de la Marina y un P-3 de la Fuerza Aérea brasileñas.