Referentes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito y de organizaciones nucleadas en Unidad Provida exponen sus posturas en Diputados, que inicia el debate formal del proyecto de ley para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

La abogada Susana Chiarotti, representante de Argentina ante el Comité de Expertas de la OEA sobre violencia de género y oradora por la Campaña Nacional en Diputados, dijo estar "muy feliz por que se abra el debate y se pueda discutir este tema abiertamente".
"Por la calidad de los expositores las cartas estarán sobre la mesa: salud, educación, derechos, argumentos filosóficos y de todo tipo", señaló.
Chiarotti anticipó que mañana apuntará a "recordar a los presentes las recomendaciones del Comité" de la OEA, "un mecanismo de seguimiento que funciona desde 2005 y vigila cuáles son las formas de violencia en América Latina, qué avance tienen los Estados y cuáles son los obstáculos". 

El primer informe del Comité, en 2008, ya "conectaba la violencia contra la mujer con los derechos sexuales y reproductivos" y planteaba que impedir el aborto seguro era una forma de violencia de género, indicó. 
Además, advirtió que en 2016 "el informe hemisférico sobre embarazo infantil arrojó que en la región más de 100.000 niñas de entre 9 y 14 años se convierten en madre" cada año, no sólo por causa de violencia sexual sino también por iniciación precoz y falta de educación sexual integral", entre otras razones.

"Las mujeres -dijo- recurren a abortos inseguros que ponen en riesgo su vida y el Comité recomendó nuevamente despenalizar" esa práctica y establecer "protocolos de atención para las niñas que quedan embarazadas". 

También expondrá mañana, por Unidad Provida, la doctora en Ciencias sociales Úrsula Basset, quien diferenció entre "una mujer que llega desesperada al aborto" porque "fue violada, es menor de edad, padece una discapacidad y fue abusada sin poder consentir o en el caso de embarazos incompatibles con la vida o que ponen en riesgo la salud de la madre, y una abortante voluntaria o de sangre fría".

"No estoy de acuerdo con el aborto en principio, lo que pienso es que cuando alguien se practica un aborto en esas situaciones dramáticas, la conducta de una mujer no puede ser criminalizada", sostuvo Basset, que es profesora titular de derecho de Familia en la Universidad Austral y en la Universidad Católica (UCA). 

Además, llamó a "hacernos cargo de lo que engendramos, sino tampoco podríamos reclamar la paternidad al padre. El derecho a la vida del niño no puede estar supeditado a si es querido o no por los padres", sostuvo.
Mariana Romero, de la campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, aseguró que "las expectativas son altas porque la situación es inédita y es para celebrarla". 

"El debate está 'bien' abierto en el sentido de que cada diputado y diputada ha podido convocar expertos, eso permitió dar muchas discusiones y pensar estratégicamente los puntos importantes para sostener y debatir. Es una oportunidad valiosa", dijo Romero.
Respecto a los puntos preponderantes que resaltarán durante la exposición de mañana, consideró fundamental "el impacto en salud pública, la autonomía de las mujeres y la perspectiva legal". 

Los referentes de la Campaña Nacional se concentrarán en el Congreso desde las 9.30 para terminar con un nuevo "pañuelazo" a las 18, bajo la consigna "Ni una muerta ni una presa más por aborto clandestino".
En tanto, los sectores que están en contra de la iniciativa -entre ellos Unidad Provida, que nuclea unas 100 organizaciones- convocaron a realizar a las 15.30 un "banderazo" en el Congreso para manifestar su "rotundo rechazo al aborto y demandar políticas en favor de la mujer y del niño por nacer".

Camila Duro, referente social de Unidad Provida, pidió que "los diputados escuchen a la gran mayoría de la sociedad que se manifiesta en contra del proyecto y legislen sobre la vida". 

"La parte legal es la más obvia porque la Constitución protege el derecho a la vida y el derecho a la salud como algo amplio, incluso a los que están en la panza", advirtió.

Duro se refirió además a los trabajadores sociales, "que están muy preocupados porque las mujeres no piden abortos sino trabajo, salud" y consideró que se "están desvirtuando las reales necesidades de las clases vulnerables".