Luego de las elecciones del domingo, y los cómputos provisorios que arrojaron el triple empate técnico entre los candidatos Miguel Lifschitz, Miguel del Sel y Omar Perotti, este miércoles a las 8 de la mañana comenzará el escrutinio definitivo en Santa Fe, el cual podría demorar una semana.

Al respecto, la Justicia de la provincia definió el martes por la tarde que solo se abrirán las urnas cuestionadas, aunque existe la posibilidad de que se haga un recuento voto por voto si lo piden los fiscales alegando "argumentos".

Son 160 mil votos los que están en discusión luego de las elecciones del domingo, donde, en el cierre del escrutinio provisorio, habían sido computadas el 95,45 por ciento de las mesas.

De esta forma, el proceso de conteo tendrá una primera instancia en donde se sumarán las mesas no computadas, que son un total de 347, y que, por fallas o irregularidades, no fueron anotadas durante el recuento provisorio.

Luego, avanzarán sobre el resto de las mesas. Cada urna será abierta, pero no para contar todos los sufragios, sino que se revisará el telegrama que registra el detalle de los votos recibidos por cada lista en cada una de las categorías y está firmado por las autoridades de la mesa y por los fiscales de cada uno de los partidos.

Después, frente a funcionarios de la justicia electoral y representantes de las fuerzas políticas, será comparado el contenido de ese telegrama con el que cada presidente de mesa envió al centro de cómputos.

Sólo se abrirá una urna para contar los votos de a uno si del cotejo entre telegramas surge una diferencia importante, a pesar de que el PRO pedía que se revisen todos los sufragios anulados, que son cerca de 60 mil y representan un total del 3 por ciento, además de los casi 100 mil que fueron impugnados.

También, desde el PRO, solicitaron la apertura de todas las urnas, aunque, de llevarse a cabo este proceso, el recuento llevaría 45 días. En cambio, el escrutinio clásico, donde se trabaja con las actas y certificados, en las PASO demoró 11 días.