A raíz del encuentro del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA) en Mar del Plata, el sector más radicalizado del empresariado opositor ha brindado discursos alejados de la realidad en contra del Gobierno, con controvertidos discursos y fuertes ataques.

Como muestra el informe de 678, hasta el diario La Nación reconoció en una nota que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantiene un gran porcentaje de aprobación, y resaltó que “se constituye en el primer jefe de Estado que transita su último año de mandato con niveles tan marcados de aceptación”.

Sin embargo, durante el coloquio de IDEA, el abogado constitucionalista, Daniel Sabsay, brindó un discurso donde expresó que Argentina transita por “una democracia virtual”, donde “se desmorona todo” y donde “se vota, pero a un dictador”, en referencia a la mandataria. Además, consideró que se trata de “un sistema autoritario”.

Para el abogado, en el Grupo Clarín “se pueden escuchar muchas voces que nos informan lo que realmente pasa”, aunque, como expone 678, esto no siempre pasa. Este discurso contrasta con aquella  oportunidad donde Marcelo Longobardi decía que Barack Obama no tenía los auriculares puestos mientras Cristina exponía en la ONU, lo cual era una total mentira.

En una exposición tan alejada de la realidad, no podían faltar las contradicciones. Así como Sabsay aseguró que esta gestión se basa en “la cultura del odio”, donde “el que piensa diferente es un enemigo al que hay que destruir”, luego, solo minutos después, dijo que el canciller Héctor Timerman es “un ser indigno”, y disparó: “Me da vergüenza, no lo tendríamos que dejar entrar a ningún lado a ese sátrapa”.

Esa misma “cultura del odio” que denuncia el abogado clarinista se manifestó hacia los otros presentes del coloquio que se expresaron diferente. Ellos sufrieron reprimendas por parte del Grupo Clarín, como sucedió con Isela Costantini, quien resaltó que la industria automotriz “no es tan mala como dicen”, y reconoció que “no hay diálogo roto con el gobierno”, entre otras cosas.

Frente a estas declaraciones de la CEO de General Motors, el empleado del multimedios, José Eliaschev afirmó que Costantini fue “apretada por la Casa Rosa”, y lanzó: “La acusación de Costantini revela miedo, terror, pánico, y esto implica sometimiento, obediencia y docilidad respecto al poder político; el aporte es lamentable, se debería haber callado la boca”.