EL gobernador correntino parece querer competir como el más inoperante a la hora de organizar el plan de vacunación.

Algo hicieron mal y la gente comenzó a agolparse pero la solución de Valdés fue peor que el problema ya que en lugar de hacer una pausa y organizarse las autoridades decidieron seguir con la vacunación durante la madrugada.

Obviamente la gente que quería recibir su vacuna se quedó en el lugar generando no solo aglomeraciones donde resultaba muy complicado mantener la distancia social sino que además fue con bajísimas temperaturas.