"La de paridad de género es una ley corporativa que tiene olor fascista", dijo Martínez, quien alguna vez formara parte del sector progresista de la política argentina. Aunque parezca insólito, para un senador nacional que vota leyes por todos los argentinos, una ley que favorece la equidad es 'fascista'. 

"La desigualdad de hecho no existe", aseguró y agregó: "El requisito para el acceso a los cargos públicos debe ser la idoneidad. Este tipo de proyectos son transversales y no tienen un cuerpo de idea atrás. No resuelve ningún problema de la mujer esta ampliación de cupo. Es denigratoria para las mujeres que consideran que ingresaron porque son valiosas. La de paridad de género es una ley corporativa que tiene olor fascista", dijo en declaraciones al diario Clarín el senador que, junto a Federico Pinedo, votó en contra.

Orgulloso, Martínez aclaró que "el único que tuvo una voz disonante (contra el proyecto) fui yo. Pinedo votó en contra, pero como presidía la sesión no podía expedirse. Hace mucho que creo en esto como para quedarme callado."

Sobre la forma dividida en que votó Cambiemos, el senador aclaró que "en el caso del cupo femenino, en el interbloque de Cambiemos se dio libertad de acción".