Este miércoles 11 de septiembre el pueblo chileno conmemora 40 años de democracia y reclama 40 años sin Justicia por los crímenes cometidos durante el golpe de Augusto Pinochet.

Durante esta jornada, miles de chilenos marcharán hacia el monumento a Allende -derrocado por el dictador en 1973-, frente al Palacio de La Moneda, para rendirle homenaje.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, otra vez protagonizó declaraciones desafortunadas sobre el golpe de Estado: "Llegó el tiempo de no olvidar, pero sí de superar los traumas del pasado".

Piñera encabezó una ceremonia ecuménica en La Moneda, donde destacó que la principal conclusión del Golpe ocurrido 40 años atrás, es la de "no atentar contra nuestra democracia y nuestra sana convivencia".

Mientras tanto, diferentes organizaciones de Derechos Humanos en Chile todavía piden el esclarecimiento de los crímenes perpetrados por la dictadura, que dejaron miles de desaparecidos.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), Lorena Pizarro, expresó que, 40 años después, “aún están las heridas de la dictadura. Reclamamos justicia, el esclarecimientos de los crímenes y sus autores. Queremos la verdad y saber dónde están los cuerpos de las personas asesinadas y desaparecidas".

Los estudiantes, que vienen encabezando una gran lucha por un mejor sistema educacional, llamaron a través de sus representantes a ocupar escuelas en memoria de los miles de estudiantes asesinados y desaparecidos.

En ese sentido, Eloísa González, una de las voceras de la ACES, explicó que con la toma de los centros educativos buscan “levantar los proyectos educacionales aplastados por la asonada golpista”. Hasta la noche del martes, la cantidad de colegios tomados ascendía a una docena.

Más allá de las movilizaciones reprimidas por carabineros en la noche del martes, que dejó un saldo de al menos 70 detenidos y varios destrozos, el gobierno minimizó la respuesta de las fuerzas de seguridad.

"El balance ha sido muy positivo en relación a lo que se esperaba", afirmó el ministro del Interior, Andrés Chadwick, calificando a los incidentes como "menores".