El Ministerio de Seguridad le entregó ayer a última hora al juez Guido Otranto la declaración interna del cabo Darío Rafael Zoilán, uno de los cuatro escopeteros del escuadrón El Bolsón, que reconoció haber efectuado "uno o dos disparos" con postas de goma a seis metros de distancia, a través de una barrera tupida de sauces, a un manifestante que cruzaba el río Chubut.

En su testimonio, el gendarme comentó que los disparos fueron "hacia arriba" con su escopeta larga High Estándar y que la víctima, a quien divisó como "una sombra" por su vestimenta negra o azul, logró cruzar el río.

Ese testimonio fue puesto ayer a disposición del juzgado, ya que hoy Zoilán declarará ante Otranto.

El dato de los gendarmes armados contradice la información original de la fuerza en la cual se negaba que hubiera personal con armas de fuego dentro y fuera del lugar en el que se produjo la persecución a los manifestantes que habían cortado la ruta.

Como en el resto de las testimoniales, el magistrado cuenta además con otra declaración del cabo, efectuada ante el comandante general de la Gendarmería, Luis Lagger. También se presentarán ante el juzgado el Primer Alférez Emmanuel Echazú, otro de los escopeteros, y los cabos Diego Ramos y Aníbal Cardozo.

Zoilán fue interrogado por Daniel Barberis, titular de la División de Violencia Institucional. Contó con un asesor legal, Valentín Anselmino, y relató cuáles fueron sus movimientos dentro del Pu Lof de Leleque ante el inspector Hernán Neil, de la División Búsqueda de Personas de la Policía Federal.

Zoilán, de 28 años, integrante del área de logística, relató que, "el comandante a cargo del operativo, Juan Pablo Escola da la orden de fuego libre para los escopeteros".

Según su relato, desde que ingresaron por la tranquera al predio, en un intento por detener a los manifestantes que los agredían a piedrazos, toda la acción no duró más de 15 o 20 minutos. Fue cuando Escola desde lo alto del terreno ordenó la retirada.

Hoy el juez también escuchará al gendarme Echazú, que con su escopeta Batán, llegó con fractura de pómulo hasta la vera del río por uno de los caminos laterales y se ofreció a labrar el acta del procedimiento.

Esta versión desmiente la información oficial que había manejado el gobierno, ya que desde un primer momento la Ministra de Seguridad había señalado que los gendarmes no habían utilizado armas de fuego ni tampoco habían ingresado a la zona de territorios mapuches.